miércoles, 24 de octubre de 2007

Informe de Felipe Montalva sobre Detención y Eventual Expulsión de Estudiante Español

 Por razones personales, conocí a Alvaro Briales Canseco, un joven
español, estudiante de sicología, en el invierno pasado. Amigo de
amig@s, había llegado a Valparaíso desde Madrid tiempo antes y
anhelaba conocer la realidad de este peculiar país sudamericano,
un lugar -según me comentaba que se decía- a punto de ingresar a
la categoría de “desarrollado”, un rasgo que detentan pocos estados
en este mundo, de la mano de un gobierno democrático y
representativo, donde los 3 poderes del
estado funcionan sin mayor
problema y donde la ciudadanía tiene voz, derechos y justicia.
De
todo eso hablamos largo en aquel día.
 Poco después, por sus nexos chilenos en Madrid, y para fortalecer
su preparación como sicólogo, Alvaro se puso a trabajar como
voluntario en una escuela de Con Cón y en un centro infanto
juvenildel cerro Las Cañas, de Valparaíso.
 Por ese tiempo, ademas, Alvaro tomó contacto con el equipo del
programa “Mundo Placeres” de la Radio Placeres y se le pudo escuchar,
entrevistado o invitado como panelista, al caer la noche en las ondas
alternativas de dicha emisora porteña.
  Creo que nos vimos un par de veces después. Lo recuerdo como un
muchacho bien intencionado, interesado en conocer la realidad
latinoamericana, de la misma manera en que habia sondeado algo de
la de Europa del este (y de los antiguos estados “socialistas”).
Si bien no coincidimos en algunas visiones de algunos procesos
polítcos de Latinoamérica, un texto que hizo llegar a algun@s de
sus conocidos en Chile, dando cuenta de lo visto y reflexionado
durante los meses de residencia, echaba luces sobre los
aspectos disonantes de esta sociedad tan aparentemente próxima al
desarrollo y a la estabilidad democrática. Un país donde miles viven
sin previsión, en jornadas de trabajo extensisimas, formados en un
sistema educacional pauperizado y donde el conservadurismo,
la inequidad y la alienación campean.
   Hoy me entero de que Alvaro Briales ha sido detenido en la
región de la Araucanía, acusado de “instigar” las recuperaciones
de tierra por parte de mapuche, justo en las fechas donde se recuerda
el 12 de octubre, la llegada de los europeos a este continente y
la conquista y la depredación. Como es de esperar, la mayoría de
la prensa chilena y regional ha hecho gala de una obsecuencia grotesca
con la versión de las autoridades regionales y de la policía.
 Por cierto, Alvaro Briales no es un “agitador extranjero”, infiltrado
en las masas mapuche, y su detención es tan absurda como la amenaza de
expulsión del país que ha proferido la intendencia de la IX región..
La detención de Alvaro es un sospechoso error. Se trata, una vez más
de revitalizar la táctica del infiltrado terrorista que llega preparar
la insurrección a un lugar. El clásico recurso del montaje que
caracterizó a la dictadura de Pinochet y que hoy, en este gobierno tan
declaradamente democrático, vive su actualización. Si no, es cosa de
recordar la intervención policial en la okupa santiaguina, bajo la
acusación de que allí se fabricaban bombas molotov para la marcha de
los profesores, a finales de septiembre del año pasado.
  Por otro lado, no puedo dejar de comentar que hace bastante rato
que las organizaciones mapuche, que luchan por recuperar tierras
usurpadas, no requieren de agitadores ni de ayuda logistica de otros
pueblos en lucha. Ellos tienen claro quienes son el enemigo y las
tácticas utilizadas.
  Finalmente, exijo Libertad para Alvaro Briales, y respeto a su
condición de estudiante extranjero, que no sólo ha venido a conocer
la realidad de un país sino a echarle una mano a aquell@s olvidad@s
por el éxito económico, como lo atestiguan su trabajo voluntario en
las organizaciones mencionadas, tanto en la regiones de Valparaíso y
Araucanía. Su detención y posible expulsión es la prueba contundente
de las disonancias del Chile actual, aquellas que vuelven vacuo todo
fraseo sobre el sistema democrático, los derechos de l@s ciudadana@s
y la administración de la justicia.
 
Conozcan los descargos de Alvaro a la grosera “versión oficial
de los hechos”, líneas abajo.
 
Felipe Montalva /
 Periodista / Miembro del equipo de revista ciudad invisible.
Valparaíso
 Yo, Álvaro Briales Canseco, ciudadano español, con Nº de
pasaporte BA137841, declaro:
  Ante las informaciones inexactas o erróneas aparecidas en la
mayoría de medios de comunicación respecto a mi persona, en
relación con mi detención en Hualpín, comuna de Teodoro Schmidt,
novena región de Chile, el día 13 de octubre de 2007, me permito
contar mi versión de los hechos para que rectifiquen oportunamente
aquellos datos erróneos.
1 – En primer lugar quiero señalar que la atención puesta en mí no
es justificada ya que el principalobjeto de información deberían
ser las movilizaciones y demandas del pueblo mapuche, y no el caso
puntual de un extranjero relacionado con los mismos.
2 - Mi papel en Chile tiene estrictamente que ver con el desarrollo
de mi formación universitaria, como estudiante de Psicología en la
Universidad Autónoma
de Madrid, enfocado al área social-educacional,
y por tanto, de ahí proviene mi interés por los asuntos sociales,
culturales y educativos. Con el objetivo de mi aprendizaje como
psicólogo en tales áreas, he desarrollado trabajos de colaboración
en escuelas de Concón (V Región) desde marzo a julio. Después visité
Bolivia durante un mes aproximadamente, volviendo a Chile el 10 de
septiembre de este año. Llegué a la novena región el21 de septiembre,
invitado por el profesor mapuche Jorge Calfuqueo, quien estuvo en
diciembre de 2006 en mi facultad de psicología de Madrid hablando
sobre los temas relacionados con el pueblo mapuche. Él había llegado
a su vez a Madrid, invitado por mi profesor José Luis Linaza, que me
tutela y asesora en mi pasantía, y que además visitó la novena región
hace 8 años, conociendo así a Jorge Calfuqueo y siendo ésta la
conexión entre yo y los mapuche, a través de la universidad.
(Se adjunta documento). Mi tiempo en la novena región iba a ser hasta
diciembre, colaborando en la escuela de la comunidad Llaguepulli,
centro donde se imparte educación intercultural, objeto de mi interés.
Además, quería hacer colaboración en la radio comunitaria Werken
Kvrvf 98.3 FM, que es un proyecto pionero ajustado a la sociedad y
cultura mapuche. Por último, con el profesor de mi universidad,
estábamos considerando la posibilidad de realizar un programa de
colaboración y formación de profesores mapuche entre la
Universidad Autónoma
de Madrid y la Universidad de Chile.
3 – Mi edad exacta es de 22 años.
4 – No se me detuvo dentro del terreno ocupado. Nunca entré al terreno
ocupado. Se me detuvo aproximadamente cuatro horas antes del desalojo,
no durante. Fui detenido en un auto a unos 10 kilómetros del predio,
en el que iba como acompañante, con dos profesores mapuche con los que
colaboro en la escuela. Por tanto, se me detuvo acusado del delito de
“usurpación“ y “daños” en las circunstancias antes descritas. No tengo
documento que acredite esto, porque no poseo el parte policial.
5 – La razón de la ampliación de mi detención se debió a que no se
pudo comprobar mi identidad, ya que llevaba una fotocopia de mi
pasaporte. Siempre se recomienda a los extranjeros (consulado,
policía…) por precaución, que no porten el pasaporte original ya que
en caso de extraviarse o ser sustraído supondría un gran problema al
tener que movilizarse a Santiago a renovarlo y todas las
molestias que eso supone. Por otro lado, desde que se me detuvo hasta
que fue la formalización, pasaron 12 horas aproximadamente que parece
ser no fueron suficientes para verificar mi identidad, impidiéndose así
mi salida en libertad junto con los otros 39 detenidos, por lo que tuve
que permanecer tres noches en la cárcel de Nueva Imperial esperando a
la siguiente audiencia el martes 16 de octubre.
6 – Mi tiempo total de estadía en la novena región en el momento que se
me detuvo era de tres semanas. En este tiempo, como es obvio, no he
podido organizar actividades políticas, ni “agitar” a los mapuche de mi
comunidad. Los mapuche del Budi preparaban y organizaban la toma del
terreno, al parecer, desde hacía varios meses. Yo me enteré de que se
iba a producir la toma al estar viviendo en la comunidad, y porque no
era ningún secreto, sino que era incluso difundido ampliamente por los
organizadores.
7 – No pertenezco a ningún partido ni organización política. Nací y
vivo en la ciudad de Madrid y no tengo ninguna relación con el
conflicto vasco. No apoyo el uso de la violencia y me considero de
ideología pacifista. Por otro lado, aunque no hago activismo político,
sí tengo opiniones políticas, lo cual debe ser respetado en cualquier
régimen democrático. Además, nunca había sido detenido ni había tenido
ningún tipo de problemas con la justicia.
8 – Mi condición de “turista” responde a que la figura del “voluntario”
no está contemplada oficialmente por los organismos de extranjería.
Miles de jóvenes de muchos países del mundo viajan a otros países para
realizar trabajos de tipo social y tenemos este problema, ya que
estrictamente no viajan por motivos de “turismo”, “trabajo”, “estudios”
o “negocios”. Como no he venido con un programa oficial ni tengo
contacto directo con ninguna institución chilena, oficialmente no
puedo ser “estudiante”, sino simplemente “turista”.
9 – Respecto al “pendrive” que se me confiscó, contiene documentos
elaborados por los mapuche ya que éstos me lo pidieron prestado al no
tener ellos ningún dispositivo de almacenamiento de información.
No es, por lo tanto, una prueba estable el hecho de que en mi
pendrive existan documentos relacionados con la toma. No significa
que yo haya ideado o redactado tales documentos.
10 – Por último, he decidido no reclamar el decreto de expulsión
contra mí, ya que de perder efecto tal decreto, tendría que asumir
la estadía en la región todo el tiempo que dure el proceso judicial
(podrían ser seis meses o más), lo cual no es posible para mí ya que
debo finalizar mis estudios en mi país. Por tanto, queda informada
la opinión pública de las injustas e infundadas acusaciones que se
me imputan, así como de la improcedencia del decreto de expulsión
del país.
 
Temuco, a 17 de octubre de 2007

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